Los hechos: Acabé de desayunar y como mi santo se cree que es obligatorio probar TODO lo que hay en el buffet del hotel, salí fuera a fumar y llamar a mi amiga Geli. Hacía sol, había una luz maravillosa y se veía a un lado el monte y las nubes que se acercaban poco a poco, al otro una gran vista de Bilbao soleado. El hotel Artetxe está en el monte Artxanda. Hablaba animadamente con Geli cuando ocurrieron los hechos.
Como puede verse en las imágenes había un canal de evacuación de agua tapado con una rejilla en la parte que daba al asfalto, pero no junto al doble bordillo de piedra que limita el cesped. Absorta en mi conversación y en las vistas en un momento di la vuelta, el pie se metió parcialmente en el canal de unos 15 cm de ancho y toda yo me desmoroné contra el doble bordillo. Golpes en las dos rodillas, manos llenas de golpes y heridas, golpe final de la barbilla contra el durísimo bordillo. Pábersematao!!
Los hechos se produjeron a escasos 2 metros de la pecera de cristal en la que se dispensaban los desayunos.
Velocidad de reacción: Según comienzo a levantar mi dolorido mentón dos anónimos clientes del hotel están junto a mí y me ayudan a incorporarme. Minutos después llega la gerente del hotel con hielo para mi mentón. Noto una ausencia y veo de reojo a mi santo que, ajeno a todo, está leyendo el periódico en el interior de la pecera. Lo comunico a mis salvadores. Llega mi santo que no entiende qué ha pasado (sin comentarios). Viene la gerente con más hielo para mis rodillas. Me trasladan al interior donde me hacen una primera cura con agua oxigenada. Me dan un vaso de agua y un café.
El aita de la gerente nos conduce al Centro de Salud de Deusto. Allí un calvo encantador que tiene un hijo jugando en juveniles del Atlético de Madrid, me cura y venda las heridas. Para las rodillas aconseja frío y reposo. Yo que no soy de Bilbao de toda la vida, pero sí de Zaragoza, le comunico que he venido a ver unas exposiciones y que no voy a hacer reposo. Me venda con tensoplast las dos rodillas para que aguante. Me pone la antitetánica y me da material para curarme el domingo.
Parte de daños:
Mentón |
Rodillas en los mismos tonos que el mentón, tapadas por el tensoplast
Manos llemas de pequeñas heridas |
Antebrazo derecho con profunda herida/quemadura por presión. Esta foto es de dos días después . |
Look tras primera cura |
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Look tras mi cura |
Evolución: Ayer me curó Porris (se llama así, lleva el pelo color zanahoria y debe tener 60 años, pero son circunstancias de la vida que yo no he elegido) y me dijo que la herida del antebrazo va para largo y que no se descarta que tenga que tomar antibióticos. En un mes me repiten la antitetánica y mañana tengo que volver a ir a que me curen y vean la herida. Lo demás va cerrando poco a poco y los cardenales evolucionando en todos los colores.
Editorial: No soy gafe. De mis últimas operaciones recientes sólo la del primer menisco fue debida a una accidente, pero una ola de más de dos metros no te atiza todos los días. Vale que me caí también por unas escaleras hace menos de un mes, pero también fue culpa del móvil. Como conclusión he sacado que el móvil y el movimiento conjunto son prácticas de alto riesgo y más en bellos paisajes.
Dentro de las posibles consecuencias he sido afortunada, pues ni los piños ni la lengua están dañados ni me he roto nada con semejante porrazo, ni siquiera el pantalón nuevo que hubiera sido lo peor para mi amiga Eva. Y esto es mucho para alguien que consiguió romperse un menisco en la arriesgada operación de aparcar el carrito de la compra.
Mi operación del día 27 no es debida a ningún incidente sino a la mala circulación heredada de mis dos progenitores. Espero que mis heridas hayan mejorado para entonces porque si no el equipo médico habitual se va a quedar alucinado.
A los que me aconsejan quedarme en casa, les diré que ni muerta y que, según las estadísticas, es el hogar el lugar donde más abundantes y graves accidentes se producen.
Lo de la proliferación de las caídas puede ser también una vuelta a la infancia o un movimiento solidario con la caída de la hoja.
Espero te recuperes pronto.
ResponderEliminarHay peores porrazos y de todos se sale adelante.
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